¿QUÉ ES EL HUMANISMO MEXICANO?
#LaCuartaTransformaciónVa
¿Es un concepto difícil de digerir?
¿Se trata de una novedosa teoría de la izquierda que viene a revolucionar la doctrina clásica?
No. Se trata de algo sencillo de entender, para quienes hemos acompañado al presidente López Obrador en el último y triunfal tramo de su carrera política y aún desde varios años antes.
Es algo que de tan simple, se oculta a los ojos de los no iniciados. Sobre todo cuando se trata de conservadores de corta cultura.
Algo así como lo que sucede en el cuento policíaco de Edgar Allan Poe, "La Carta Robada", donde el misterio estriba en que esa carta no encontrada, siempre estuvo a la vista de todos los que la buscaban y por ser tan evidente su paradero, nadie reparaba en ella.
Y tratándose de la carencia de cultura en los tecnócratas reaccionarios, puede aplicar también el pasaje de la novela de Alejo Carpentier, "El Recurso del Método", donde el tirano conservador en funciones, ordena recoger de toda librería, los ejemplares de libros "rojos" (socialistas) que se encuentren en existencia. Los leales a la oligarquía, requisan todos los libros donde aparece en la portada, la palabra "Rojo". Desde Stendhal, hasta Jung.
Hoy vemos a Denise Dresser, a Julio Astillero y otros pseudoanalistas, decir que no entienden el significado de esa expresión.
La oposición hace lo mismo, porque la intención de quienes desean el regreso de la oligarquía como forma de gobierno, no es entender el proceso de cambio que impulsa el presidente López Obrador. La misión está enfocada en descalificar toda acción de gobierno.
Vamos a explicar de manera sencilla lo que es el Humanismo Mexicano.
Hay una frase que repite regularmente el presidente de México y que tiene que ver mucho en esto.
"Nada Humano me es ajeno".
Ese proverbio latino, escrito por Plubio Terencio Africano, resume con exactitud lo que viene sucediendo en México, a partir del 2018.
Después de 36 años de neoliberalismo, donde El Mercado fue razón y meta pública y privada, llega un nuevo gobierno que saca al Mercado del centro de la vida nacional, para colocar en ese sitio la figura más importante en toda nación. El Pueblo.
Y dentro de ese Pueblo, a los que menos tienen.
La ganancia y la mercancía no dejan de ser importantes. Pero no más de lo que puede serlo un ser humano.
Y en esa visión de gobierno, encontramos la respuesta a lo que es el Humanismo Mexicano.
Nuestro país es uno de los primeros en el mundo, en salir de la órbita del neoliberalismo mundial. La globalización deja de ser el fin a alcanzar y en su lugar se recuperan los valores nacionales que fueron abandonados por una subcultura, donde la identidad propia, era despreciada.
López Obrador no habla nunca de globalización y sí de un regionalismo americano, donde todos los países tengan los mismos derechos y obligaciones. Donde no haya potencia dominante y naciones subdesarrolladas.
El Humanismo, como forma social y de convivencia.
En México, la identidad nacional vuelve a ser relevante. Nuestras culturas y tradiciones son vistas como patrimonio nacional.
Y esas culturas, defendidas durante siglos por nuestros pueblos ancestrales, mismos que estuvieron abandonados por los gobiernos conservadores, son atendidas hoy de manera preferente.
Esa es la piedra angular del Humanismo Mexicano. Ver por todo ser humano nacido en el país, proporcionándole los elementos y herramientas suficientes para su desarrollo integral.
Los Programas Sociales cumplen ese fin. Resuelven en gran medida, la enorme desigualdad creada por el neoliberalismo, proporcionando lo básico a quienes por edad, discapacidad, falta de recursos para iniciar y proseguir sus estudios, tienen dificultades para llevar una vida decorosa, o cumplir con sus expectativas en la vida.
La salud y la educación estuvieron a un paso de ser privatizadas en su totalidad, en el periodo neoliberal. Esa intención se paró en seco.
Hoy vemos un a un sector salud dinamizado, que contrata médicos, enfermeras y personal especializado. Sabemos a mediados del año entrante, habrá servicios de calidad para todos los mexicanos. Nadie se quedará sin atención médica en el futuro. A nadie le faltarán medicamentos. Eso es humanismo.
Lo mismo pasa con la educación, donde el dinero presupuestado para la construcción, mejoramiento y funcionamiento de las escuelas, llega directamente a las asociaciones de padres de familia. Nadie le roba dinero a los niños y jóvenes.
Los programas de estudios se están adecuando, para integrar en ellos aspectos importantes de civismo, ética e historia. El Humanismo, como materia formativa, estará incluida en la educación gratuita que brinda el Estado. Las siguientes generaciones de estudiantes, saldrán de los colegios, no pensando en la competencia despiadada que les espera, para conquistar lujo y poder. Saldrán con la idea de que son parte de una comunidad, donde todo ser humano merece respeto y trato digno. Eso es Humanismo Mexicano.
Combatir la corrupción y defender la democracia, son dos de los frentes que tiene abiertos el gobierno del presidente López Obrador, desde el inicio de su sexenio.
La corrupción deshumaniza y lo pudre todo. Corrupción es robar, engañar, violentar y ensuciar todo lo que encuentra a su paso. Es rebajar al ser humano al nivel del peor de los predadores. Un buitre, o un chacal. Por eso esta lucha se da de manera frontal y permanente.
La defensa de la democracia es otra de las actividades prioritarias del gobierno del presidente López Obrador. Es recordarle al Pueblo que la democracia no es solo aquella representativa, donde se sale a votar.
Es participación permanente en todo tipo de decisiones que interesan o afectan a los seres humanos del país. Todo lo que afecta al Pueblo.
Y la marcha del 27 de noviembre pasado, nos deja claro que el Pueblo ha entendido el mensaje.
¿Qué es el Humanismo Mexicano?
Es la suma de TODO ESO.
Es el Cambio de Mentalidad de los mexicanos, en una manera que nos es muy propia.
Es el reencuentro con nuestra mexicanidad. Con nuestras culturas y tradiciones.
Y es también ver en los demás seres humanos que viven en el país, a gente idéntica a nosotros, que tiene las mismas aspiraciones, alegría de vivir y necesidades que sentimos dentro de nosotros.
Y es también no olvidar, no permitir nunca más, que a un mexicano le falte lo indispensable para salir adelante, solo porque a un grupo de privilegiados que buscan su beneficio personal, se les antoja acumular demenciales riquezas, sin importar el daño que ocasionan a seres humanos que deben pagar con pobreza, hambre, enfermedad, violencia y muerte, su desmedida ambición de lujo y poder.
La Cuarta Transformación, es Humanismo Mexicano.
Malthus Gamba