El Misterioso caso del Sr. Lozoya
#LaCuartaTransformaciónVa
¿Qué podemos esperar por parte de la Fiscalía General de la República sobre el caso de Emilio Lozoya?
Primero que
nada, conocer cuál es la situación legal de esta persona.
El presidente López Obrador señaló en la conferencia mañanera del viernes
pasado, que se trata de un "testigo protegido"
Pero quien en verdad debe definir si esta situación es la correcta, o si se mantiene la calidad de imputado de varios delitos, tal y como se especificó en la solicitud de extradición de este exfuncionario, es la Fiscalía General de la República.
Si estamos hablando de un testigo protegido, su situación legal es muy distinta a la enfrentaría como acusado.
Eso es lo primero que la sociedad mexicana desearía conocer.
A un testigo protegido se le resguarda en lugares apropiados, donde su integridad física no peligre.
A un acusado, implicado en delitos mayores, se le da seguridad dentro del sistema penitenciario nacional. Salvo, en caso de enfermedad acreditada por los médicos legistas que lo valoran. En una situación de riesgo a la salud, puede autorizarse su traslado a un hospital especializado, para que se le atienda correctamente.
Un operativo de seguridad se implementa para que la vida del acusado esté plenamente garantizada.
Lo primero entonces es conocer en calidad de qué, regresa Lozoya a nuestro país.
Hasta el momento, la Fiscalía ha guardado silencio al respecto.
Cuando llega Lozoya a México, se activa un operativo de traslado donde aparentemente, la persona que la prensa identifica como Emilio Lozoya, es en realidad un señuelo que viaja en uno de los autos usados para el traslado, a quien solo se le ve la mitad del rostro.
Lozoya habría
viajado por otra ruta, o en otra unidad, para evadir la ubicación de su
verdadero destino. Eso solo sucede con los testigos protegidos.
Debemos recordar que criminales peligrosos y políticos reputados del pasado,
han pisado la cárcel de manera inmediata. Con Lozoya el trato ha sido diferente
y eso haría suponer que estamos ante un testigo protegido, aunque la
protocolización obligada sobre su situación jurídica, no haya dado aún.
Luego viene
todo lo relacionado con el expediente confidencial que fue entregado a la
Fiscalía General de la República, por los abogados de Emilio Lozoya.
A falta de información oficial, todo son especulaciones en medios de
información, que trabajan en este momento con "filtraciones" o "trascendidos". Dos de las peores formas de hacer periodismo.
Se dice que los abogados de Lozoya, entregaron ya copia de esta documentación, a la gente que se ocupa de preparar una estrategia legal, para el caso de que Felipe Calderón sea involucrado en las declaraciones de Lozoya. Se habla de un trato Lozoya-Calderón.
Unos creen que la gente de Calderón cuenta ya con la información completa, según lo informan algunos medios de comunicación.
Otros, como Salvador García Soto, señalan que la Fiscalía ha dicho que la información que presentan los abogados de Emilio Lozoya, es amplia y no se reduce a un informe, por lo que Felipe Calderón habría adquirido material incompleto, o falso.
De España sale Emilio Lozoya en buenas condiciones de salud. Llega a México y de inmediato enferma. Esto da mucho material para especular sobre la realidad de su enfermedad.
Sin embargo, en razón de otras filtraciones a la prensa, se presume que el deterioro acelerado en la salud de Lozoya, se debe a una situación extrema de estrés. Esto le habría provocado sangrado intestinal, problemas en el esófago, debilidad y anemia acelerada.
Oficialmente, tampoco se sabe el estado real del prisionero, o testigo protegido.
Sobre su seguridad personal, muchos afirman que en este momento se encuentra gravemente amenazada. Por lo mismo, se piensa que el operativo que instrumentó la Fiscalía General de la República, tiene que partir de la base de un total hermetismo.
Pero está presente también la situación de que no se dice con claridad, quién o quiénes lo atacan. Muchos afirman que se trata de los "corruptos neoliberales", pero en esa descripción caben miles de políticos y no todos pueden ser acusados de criminales potenciales.
La falta de información ha creado una tensión social, dónde mucho se inventa, o supone, sin tener pruebas de peso para respaldar lo expuesto.
Se habla de un pacto de los abogados de Emilio Lozoya, con la gente de Felipe Calderón.
Hay señalamientos en el sentido de que el expediente que dicen tener los defensores del expresidente, demuestra que el pacto es real y que se afinan detalles para no involucrar a Calderón en las declaraciones o ratificaciones que haga Lozoya en adelante.
Corre mucha tinta y pocas verdades
en la prensa nacional y en las redes sociales en este momento.
Las interpretaciones son muchas y todas válidas. Mientras la autoridad no
brinde información clara sobre lo que está sucediendo, se irá enrareciendo el ambiente
con suposiciones e invenciones de todo tipo.
Es raro que todo esto pase, cuando el presidente López Obrador pidió respetuosamente al Fiscal General, Alejandro Gertz Manero, claridad en el manejo de la información, para evitar situaciones como las que se citan.
La falta de claridad informativa genera el rumor. Provoca confusión y permite que los opositores al gobierno del presidente López Obrador, inicien su campaña para manipular los pocos datos disponibles, en favor de los intereses de los grupos neoliberales.
Recordemos que todo lo que suceda en relación al caso de Emilio Lozoya, corre a cargo de organismos autónomos, como lo son la Fiscalía General de la República y el Poder Judicial, a través de sus juzgados y tribuales.
El presidente y el gobierno de la Cuarta Transformación, nada tienen que ver con el desarrollo de la investigación y presentación de Lozoya ante un juzgador, o sobre la calidad de testigo protegido que se le otorgue.
Sin embargo, los grupos opositores a este gobierno, buscarán la manera de aprovechar esa falta de datos, para señalar que el presidente de México, actúa de manera irregular en la aplicación de la justicia, en este asunto.
Al caso del Sr. Lozoya, debe quitarse la etiqueta de "misterioso".
No se trata de una novela policial, o de una serie marca Netflix.
La verdad debe despejar toda duda sobre lo que hoy está sucediendo en un asunto de interés nacional.
Malthus Gamba