AMLO, el CONACYT y la 4T

#LaCuartaTransformaciónVa

Las palabras del presidente López Obrador en la conferencia mañanera del día de hoy, fueron contundentes:

"Que me digan entonces todos los que defienden a estos académico o científicos a los que se investiga por posibles actos de corrupción, lo que debemos hacer. ¿Debemos pensar como gobierno, que existen determinados grupos que están por encima de la Ley? ¿Los políticos, los influyentes, los académicos, no pueden ser investigados del mismo modo que se hace con el resto de la población? ¿Por qué solo al pobre, al que no tiene agarraderas, se le investiga y presenta ante la autoridad correspondiente?"

"Eso se acabó. La justicia, para ser justicia, debe de ser pareja. Nada al margen de la Ley. Nadie por encima de la Ley".

En el caso del Conacyt, hay un deliberado manejo informativo, por parte de los medios de comunicación conservadores y por la clase reaccionaria del país, con la intención de engañar a la sociedad mexicana, mintiendo en el punto central del tema. Esto es, a quiénes se está investigando.

Los conservadores mienten al decir que se ataca a los organismos públicos. A la comunidad científica o académica. Eso no es cierto. Hay elementos para señalar a determinados funcionarios públicos, que tienen a su cargo el manejo de recursos financieros que son del pueblo, por posibles actos de corrupción. A ellos en lo particular se investiga. No a la comunidad en su conjunto, ni a todos aquellos que de alguna forma, participan en esa comunidad.

Es del dominio público que en cualquier área o dependencia donde escarba un poco el gobierno de la Cuarta Transformación, brota de inmediato el pasado corrupto del periodo neoliberal. Y no solo eso. Las conductas personales que nacieron y se heredaron del neoliberalismo, están vigentes en algunas áreas secundarias de gobierno. Sobre todo en organismos autónomos y dependencias con capacidad para ejercer su presupuesto en forma discrecional.

En el Conacyt sucedía eso y hoy que es detectada esa conducta irregular por la Fiscalía General de la República, los mismos de siempre, los intelectuales, los políticos de corte fascistas que medraron vía corrupción, con el presupuesto público en el pasado, los medios de comunicación y periodistas que añoran la era del "chayote", donde sus bolsillos engordaban con dinero público, se rasgan las vestiduras señalando que se ataca a un Consejo y a una comunidad "científica" que es intachable ciento por ciento. Para ellos, las manzanas podridas no se dan en ese árbol

Y son apoyados por rectores de universidades, por miembros de colegios de prestigio, por académicos ajenos al Conacyt, que defienden a sus pares, sin conocer a ciencia cierta el contenido de las denuncias. Se trata de una defensa a los de su misma clase. De aquellos que forman parte del mismo clan.

Sucede aquí lo que hemos visto anteriormente con los periodistas. Si alguno comete una falta, o se descubre que actúa de manera poco ética y se le exhibe públicamente, toda la comunidad periodística se lanza a una defensa cerrada, en favor del acusado. Se defienden en grupo. Montoneramente. No importa la falta cometida, o si hay razón evidente para criticarlo públicamente. Alegando la "libertad de prensa" señalan que los derechos de la "comunidad" se lesionan al poner de manifiesto la equivocación o el error del periodista en cuestión.

Es algo en lo que no hemos avanzado hasta ahora. Éticamente, nos movemos aún como si nos encontráramos en los albores del capitalismo.

Cuando Europa sale de la Edad Media, donde la producción se concretaba casi en exclusiva a los productos del campo, nacen las rudimentarias ciudades, o "burgos" (de ahí lo de burguesía), donde se da vida a nuevas actividades. Los artesanos, los carpinteros, pintores, los joyeros y demás pequeños productores, se unen en agrupaciones conocidas como "gremios", nadie ajeno a ellos puede ingresar en sus círculos. El conocimiento y manejo de estos negocios es hereditario. Se defienden unidos ante toda amenaza exterior.

En el México actual, con una profunda herencia cultural neoliberal, esto se mantiene vivo entre círculos cerrados de poder. Tocas a uno y responden los demás. Hay una necesidad de defensa grupal, cuando un integrante es acusado o investigado por cualquier falta. Sobre todo cuando se trata de actos de corrupción.

Ese pensamiento reaccionario, no tiene cabida en un movimiento transformador como el que vivimos. Por eso el claro señalamiento del presidente, en el sentido de que "Al margen de la Ley, nada y por encima de la ley, nadie".

Esa forma y razonamiento de corte neoliberal, no perdona ni a los políticos y funcionarios públicos que apoyan al presidente López Obrador y a la Cuarta Transformación.

Ayer mismo, varios de ellos salieron a deslindarse de la declaración de un senador, en el sentido de que es necesario auditar a las universidades, en lo que corresponde al uso de recursos públicos. Quizá la posición de Santiago Nieto, en el sentido de que la Unidad de Inteligencia Financiera no tiene facultades para realizar ese tipo de actividades, sea la única correcta. Se trata de una aclaración pertinente.

Pero hubo otros que salieron, sin que viniera al caso, a defender a las autoridades universitarias, señalando que respetaban la autonomía de esas casas de estudio.

Nadie ha propuesto violar la autonomía universitaria, ni ingresar a las instalaciones de las escuelas de educación superior. Una auditoría no se practica de esa manera. El respeto a las universidades y a su comunidad, no estaba en discusión. Se proponía investigar si casos como el de "La Maestra" no alcanzaban a otras universidades.

Los políticos de la Cuarta Transformación que salieron a defender posibles investigaciones, respondieron en la forma "políticamente correcta" que se utiliza en estos casos. Cuidando más que nada su proyecto personal. Su futuro político. Su carrera y el posible y anhelado puesto que puede llegar en 2024.

Mandaron señales claras a toda autoridad universitaria, a los organismos relacionados con la educación y la cultura, a quienes manejan recursos públicos en estos centros de estudio, de que con ellos, no se van a dar este tipo de "problemas". No habrá investigaciones a las universidades, porque "son respetuosos de la autonomía".

El combate a la corrupción excluiría con ellos, a los funcionarios que administran recursos públicos, al interior de estos centros de estudios. Se "respetaría" a los funcionarios pertenecientes a estos "gremios".

Una visión de corte neoliberal, que quiere aparentar respeto a la autonomía y que en realidad deja indefensa a la sociedad, ante la muy posible corrupción que puede estarse dando, al interior de la universidades.

Ahí el ejemplo claro de "La Estafa Maestra"

El elefante burocrático, también alcanza a políticos de primer nivel.

Por eso la necesidad que tiene el presidente de repetir continuamente. "Con el pueblo todo, sin el pueblo nada". Y también la ya señalada. "Al margen de la Ley, nada. Por encima de la Ley, nadie"

Que piensen en eso estos políticos "queda-bien"

Sus aspiraciones personales son secundarias en el proyecto de nación que todos construimos a diario.

Malthus Gamba