EL CANIBALISMO EN LA OPOSICIÓN

#LaCuartaTransformaciónVa
Estamos presenciando el periodo agónico del neoliberalismo en México. Un espacio donde los restos de un proyecto fracasado, intentan sobrevivir en un territorio tomado limpia e íntegramente, por el Movimiento de la Cuarta Transformación. La derrota opositora en el 2018, fue complementada por un triunfo determinante de Morena y aliados en el 2024. Dos batallas que concluyen en el fin de una guerra política inevitable. El Pueblo de México, en amplia mayoría, se decantó en favor del cambio. La oposición quedó reducida a escombros. Y de esos restos, vemos aparecer la semilla del último monstruo que intenta construir la derecha. El libertarismo.
Esa corriente de ultraderecha, es el intento desesperado del conservadurismo para mantenerse a flote, cuando las opciones democráticas no lo benefician y, por el contrario, amenazan su existencia. El libertarismo es violento, clasista, misógino, supremacista, racista y mentiroso. Apela a valores éticos y morales que en realidad nunca ha defendido en el pasado, ni piensa defender a futuro. El libertarismo es fascismo disfrazado.
Su lema es el mismo en todas las naciones donde pretende instaurarse: "Patria, Familia y Libertad". Una carta de presentación que fue utilizada en su tiempo por Mussolini. Que utiliza el partido español de extrema derecha VOX, y que han usado recientemente Bolsonaro en Brasil y Milei en Argentina. La divisa infaltable de la ultraderecha, que acompaña a otra frase memorable: "zurdos de mierda".
En México vemos una disputa por esas banderas "fachas", entre distintos grupos opositores. El PAN las adopta en su "relanzamiento". Eduardo Verástegui, el fracasado títere de Trump que intenta construir sin éxito, una fuerza política controlada desde Estados Unidos, la reclama también. Lo de "zurdos de mierda" es consigna obligada para todo opositor que se respete como tal.
Ese desencuentro por banderas que muestran la inclinación hacia la extrema derecha, manifiesta la debilidad de la oposición en su conjunto. Desde magnates decadentes y con serios problemas económicos, como Salinas Pliego, hasta insignificantes figuras opositoras como Verástegui, o Simón Levy, que anda en fuga, intentando evadir a la justicia, lanzan idéntica propuesta, pretendiendo ser la cabeza opositora que defina el rumbo de la derecha, en la elección federal del 2027. Todos defienden su verdad, que en realidad no difiere en nada de las otras. El PRI se lanza contra el PAN, acusándolo de traidor a una alianza de años, mientras su presidente, Alito Moreno, traiciona al país al requerir intervención norteamericana en México. Y en verdad el PAN, al igual que Movimiento Ciudadano, no quieren trato alguno con un PRI en agonía. Verástegui alega que tiene mandato de Dios, para defender el estandarte de "Patria, Familia y Libertad" y lanza un anatema al PAN por intentar hacer lo mismo. La mano de Dios parece indecisa, según lo muestra la postura irreconciliable de ambos oponentes.
El canibalismo opositor es evidente. El instinto de supervivencia los hace atacar a los demás competidores, para subir a la última lancha salvavidas que ofrece la siguiente elección intermedia. Ahí no caben todos. Unos serán tragados por el mar del cambio, tal y como le sucedió al PRD en la pasada elección. Otros intentan "jalar" a su proyecto, a los pocos votantes que aún mueve el conservadurismo. Quieren tener algo de fuerza, o alcanzar un registro como partido político, en la forma que sea. Aún si para ello tienen que destruir a sus hermanos de causa.
Compiten en este momento, para ver cuál de todos ellos muestra ser el más radical. El más libertario. El verdadero defensor de las banderas fascistas.
"Patria, Familia y Libertad", así como "Zurdos de Mierda" están de moda en las bocas libertarias nacionales. Son copia de las mismas consignas utilizadas en proyectos de un pasado bélico a nivel mundial y de proyectos que llegan al poder en el presente, para caer de inmediato en el fracaso, con la ayuda infaltable del gobierno de Estados Unidos.
El canibalismo de ultraderecha aparece en México y su fin es destruir al mayor número de posibles competidores en el corto plazo. Crear alianzas "estratégicas" con los que sobrevivan, a mediano plazo. Y hacerse con el poder político en 2027 y 2030, gobernando en solitario en adelante, contando únicamente con el respaldo de Estados Unidos, a cambio de la entrega del patrimonio nacional.
El libertarismo tiene posibilidades en naciones con problemas económicos y sociales severos, donde la gente busca con desesperación una salida a la crisis que vive. La salida que sea, por extrema que se muestre. No es el caso del México actual. Vivimos un periodo democrático, con abatimiento de la desigualdad social. Un periodo de democracia real. Y eso no lo va a cambiar el grueso de nuestra sociedad, por un proyecto de corte fascista, solo porque se diga representante de Dios en esta tierra mexicana.
La oposición es la imagen de esa serpiente enroscada en forma cíclica, que comienza a devorar su cola, hasta acabar consigo misma. Todos defienden "Patria, Familia y Libertad" y no admiten competidores en esa arena. Todos aseguran que acabarán con los "Zurdos de mierda".
Veremos si el canibalismo triunfa y quiénes en verdad podrán competir en 2027 y 2030, para alcanzar una derrota por demás anunciada.
Quién se mantiene a flote hasta el momento de la siguiente elección.
Quién acaba con las demás opciones de ultraderecha.
El Movimiento de Transformación, en este momento, solo mira el espectáculo infame que nos brinda una oposición sin futuro alguno.
Malthus Gamba